El movimiento de las minicasas en Estados Unidos ya es toda una realidad. Llevamos años, no muchos pero sí tres o cuatro, viendo cómo los medios de comunicación se hacían eco de esta nueva forma de vida. Incluso han aparecido programas de televisión en los que nos muestran, tanto la construcción de esta minicasas, como el cambio en el estilo de vida de los nuevos propietarios. Las hay con ruedas y fijas, eso no importa, lo que interesa es tener una hipoteca lo más baja posible, o incluso no tenerla, y poder dedicar ese dinero que te ahorras en viajes, ocio o cualquier otro interés que pueda tener.
Pero no todo es consecuencia del intento de ahorro económico, vivir en estas minicasas también es una filosofía de vida que se basa en la ausencia de necesidad que tenemos por ciertas cosas que al final vamos comprando y acumulando en nuestros hogares. Al vivir en estos pequeños espacios, es impensable tener objetos que no sean estrictamente necesario y, por eso, los propietarios de minicasas cuentan con la ropa realmente indispensable, los utensilios de cocina básicos, la comida que realmente van a necesitar y los objetos personales que son realmente imprescindibles.
Ahora, como casi siempre pasa cuando en Estados Unidos algo es tendencia, este movimiento se está trasladando a Europa y, por supuesto, también a nuestro país.
Caravanas y autocaravanas
Habrá quien compare estas minicasa, de entre 20 y 30 metros cuadrados, con las clásicas caravanas y autocaravanas que la mayor parte de la población utiliza para salir de vacaciones y una muy pequeña parte como vivienda itirerante. Sin embargo no tienen nada que ver.
Debemos entender que la caravana se creó en un primero momento como espacio para vivir temporalmente, en el que es posible que necesites algo y no lo tengas, pero no importará demasiado porque en unos días volverás a estar en tu vivienda habitual con todo lo que necesites al alcance de tu mano. Por eso, si bien es verdad que las caravanas y autocaravanas son totalmente adaptables al estilo de vida de las minicasas, en realidad, sin esa adaptación previa, no están diseñadas para ese fin y, por lo tanto, por mucho que se parezcan no consiguen los mismos resultados.
Dentro de este movimiento encontramos también la vertiente ecológica. Aquellos que acceden a las minicasas exclusivamente porque tienen la intención de convertir esa vivienda en autosuficiente, bien con energía solar, bien con energía eólica o hidráulica. Debemos tener en cuenta que la mayoría de estas construcciones se levantan con materiales totalmente reciclables y respetuosos con el medioambiente, aunque también las hay de aluminio, pero normalmente las minicasas construidas con este material son enteramente reciclables.
Los Lofts
No obstante, debemos dejar claro que este modo de vida, en pequeño, no es algo nuevo en Europa. Los lofts aparecieron aquí mucho antes que las minicasas en Estados Unidos y hablamos también de pequeños espacios, normalmente sin separaciones entre estancias salvo el aseo en muchos casos, en los que los propietarios viven adaptándose a los miniespacios que este tipo de apartamento ofrece.
Los lofts se pusieron muy de moda en los años 90, y aún hoy en día siguen siendo tendencia, pero hay algo que los diferencia notablemente de las minicasas, su precio. Mientras que las minicasas tienen una cantidad de metros cuadrados muy limitada, en Europa podemos encontrar lofts diminutos y lofts tan grandes como un bungaló de tres plantas. De hecho, la característica básica de los lofts no son los metros cuadrados que tienen, ni siquiera es la posibilidad de que se encuentren en un último piso de un edificio o un ático, ya que últimamente podemos encontrar estas viviendas incluso en lo que antes eran locales comerciales a pie de calle, sino que la característica principal es el diseño del espacio.
En la mayoría de las ocasiones, si un propietario de un loft quiere dividir algo las estancias, como mucho pone biombos o cosas similares. En Cerámica para Arquitectura nos han enseñado el material que es ahora tendencia para conseguir este efecto divisorio, las celorías cerámicas. Unos elementos arquitectónicos elaborados, bien con cerámica o bien con cirstal, cemento o yeso, que se instalan a modo de muro o pared con la particularidad de que, al estar calados o transparentes, realmente el efecto divisorio de estancias es ilusorio, pues realmente sigue todo comunicado entre sí.
También es interesante decir que, a pesar del gran movimiento estadounidense que ha conseguido que familias completas y personas de mediana edad se pasen a las minicasas, en Europa quienes más disfrutan de vivir en pocos metros cuadrados con los jóvenes, personas que consiguen independizarse con menos dinero del que necesitarían para adquirir o tener acceso a una vivienda tradicional en cualquier ciudad.