El autoconocimiento es aquel proceso por medio del cual nos conocemos a nosotros mismos, nuestras emociones, defectos, cualidades y problemas; lo cual es clave para nuestro desarrollo personal, para aprender a controlar nuestras emociones, crear relaciones sanas con los demás y conseguir todo lo que nos propongamos en la vida.
Además, una persona que se conoce a si misma, su fortalezas y sus debilidades, sabe como salir adelante ante cualquier desafío, ya que sabe las herramientas espirituales que tiene a la mano para hacerlo.
¿Qué nos permite el autoconocimiento?
Al conocernos a nosotros mismos podemos:
- Reconocer nuestras fortalezas y debilidades.
- Entender y saber como expresar nuestras necesidades y sentimientos.
- Reconocer las necesidades y sentimientos de otras personas.
- Darnos cuenta de cómo nuestro comportamiento afecta a los demás.
- Mantenernos en constante crecimiento y aprendiendo de nuestros errores
Por otro lado, cuando nos logramos conocer en verdad somos capaces de desarrollar otras áreas importantes de nuestro ser, como nuestro autoestima; ya que aprendemos a ver aquello en lo que en verdad somos buenos.
Tipos de autoconocimiento
Para definir los tipos de autoconocimiento que existen, primero debemos aclarar que este es un proceso que se desarrolla a lo largo de nuestras vidas. Comienza en la niñez, cuando comenzamos a desarrollar nuestra conciencia sobre el mundo que nos rodea y nuestro lugar en él, y continua a lo largo de los años hasta el final de nuestras vidas.
Durante este largo proceso, podemos desarrollar dos tipos de autoconocimiento, el privado y el público. El autoconocimiento privado se da cuando la persona llegar a conocer cosas sobre si misma que los demás pueden no notar, como por ejemplo cuando nos da ansiedad hablar en público.
Mientras que, el autoconocimiento público se da cuando la persona es consciente de como la perciben los demás a su alrededor y que se comienza a dar a partir de los 5 años.
La autosupervisión, el autorrespeto y el autoestima
Otros conceptos importantes que se relacionan al autoconocimiento son la autosupervisión, el autorrespeto y el autoestima.
Y es que a medida que nos vamos conociendo a plenitud, vamos logrando desarrollar y mejorar variedad de competencias emocionales que potencian nuestro bienestar psicológico. Por ejemplo, la autosupervisión es esa habilidad que algunas personas logran de desarrollar que les permite evaluar que está funcionando y que no en su vida, como se puede mejorar y como puede aprender de sus errores. A su vez, esto nos permite identificar lo que queremos y encontrar las formas de expresarlo para obtenerlo.
Por su parte, el autorespeto es esa capacidad de conocer a cabalidad nuestras limitaciones y capacidades, de forma que logramos entender por qué actuamos de una manera y no de otra, además de las necesidades que tenemos y los limites que debemos establecer para satisfacerlas.
Por último, pero no menos importante, tenemos al autoestima, que no es más que la forma en la que nos sentimos con nosotros mismos y como percibimos nuestro ser físico, mental y emocional, en fin, nuestra forma de ser. De esta manera podemos saber a ciencia cierta cuales son nuestras fortalezas, valores y debilidades y por lo tanto, valorarnos de forma justa y realista.
Si logramos desarrollar estas tres capacidades a través del autoconocimiento, lograremos un gran autocontrol sobre las diferentes situaciones, buenas y malas, que pueden sucedernos en nuestra vida; ya que seremos capaces de no caer en la ansiedad y la desesperación, controlar impulsos y lograr actuar de la manera más correcta ante cada desafío.
La importancia del autoconocimiento
Después de saber todo lo que puede obtener una persona a nivel mental y emocional al conocerse a si misma, entenderás que el autoconocimiento es la base de nuestro bienestar psicológico.
Y es que conocernos a nosotros mismos nos permite saber lo que queremos en la vida y los recursos personales con los que contamos para lograrlo, permitiéndonos trazar un plan de vida real en el que demos pasos acertados hacia nuestros sueños.
Además, el autoconocimiento nos da una gran inteligencia emocional, importante para aprender a reconocer, controlar y expresar nuestras diferentes emociones, practicar la autorreflexión y en consecuencia, tener una excelente salud mental.
Por último, conocernos a nosotros mismos es clave en nuestro desarrollo personal, ya que podemos establecer metas realistas y evaluar el momento de nuestra vida en el que nos encontramos, dándole respuesta a todas las dudas existenciales que puedan surgir en nuestro camino personal.
¿Por qué es tan difícil conocernos a nosotros mismos?
Si es vedad que el autoconocimiento es fundamental para nuestro bienestar mental y nos aporta innumerables beneficios para nuestro desarrollo personal, pero eso no quiere decir que es algo fácil de lograr. De hecho, para algunas personas es de las tareas más difíciles.
Por ejemplo, muchas veces creemos que nos conocemos bien, solo para descubrir que no estábamos interpretándonos de la forma correcta o que había más por descubrir, sobre todo porque es natural en el ser humano esconder ciertas emociones e impulsos buscando adaptarnos al medio que nos rodea.
Muchas veces también pasa que hacemos las cosas en nuestro día a día por pura inercia, sin evaluarnos. Otras veces más bien actuamos guiados por impulso, sin la intervención de la autoconciencia y la reflexión.
No obstante, quizá una de las principales razones por las que muchos no practican el autoconocimiento es porque podemos legar a encontrar cosas sobre nosotros mismos que nos desagraden o nos avergüencen y preferimos no verlas. Requiere una fortaleza emocional bastante grande decidir enfrentarnos a las partes de nosotros que no son tan agradables para llegar a la reflexión y al conocimiento de nuestro verdadero ser.
De hecho, esto se hace una tarea aún más titánica tomando en cuenta la sociedad en la que vivimos en donde lo más importante son las apariencias, como nos perciben los demás, nuestra posición y nuestro rol social, lo cual nos invita más bien a quedarnos en la superficie sin hacer ningún tipo de introspección.
Sin embargo, aunque pueda darnos paz mental de momento, evadir el proceso de autoconocimiento al final nos alejará de la verdadera estabilidad espiritual y seremos personas con un éxito aparente que en verdad no son felices.
Consejos para lograr nuestro autoconocimiento
Ya dejamos claro que el autoconocimiento no es un camino que se recorre con facilidad, sin embargo, si estás dispuesto a dar el primer paso, los expertos en terapia transpersonal de la Escuela de Crecimiento nos dan algunos consejos para logar nuestra estabilidad espiritual.
- Escribe un diario
Llevar un diario de nuestro día a día nos invita a reflexionar sobre las cosas que hacemos, por qué las hacemos, como nos sentimos con respecto a ello, además de ser un excelente feedback sobre nuestra evolución cada vez que decidamos releerlo. Lo mejor es que solo tienes que dedicarle 10 minutos antes de dormir.
- Apunta tus virtudes, pasiones y defectos
No hay mejor forma de llegar a conocernos a profundidad que hacer una lista con nuestras virtudes, pasiones y defectos. Incluso, podemos hacer lo mismos con nuestras aficiones.
- Pídele a alguien que te describa
Puedes conocer cosas de ti a través de tus personas más cercanas. Pídele a personas de tu circulo cercano que te describa para ayudarte a conocerte mejor.
- Asiste a un taller de Inteligencia Emocional
Los talleres de inteligencia emocional pueden ser uy útiles para ayudarnos a mejorar nuestro autoconocimiento al ofrecernos las herramientas necesarias para la reflexión y el desarrollo espiritual.
- Practica Mindfulness
El mindfulness, tan aclamado hoy en día, mejora la autoconciencia ya que nos invita a vivir el presente y practicar una mentalidad de aceptación y compasión.
- Escoge un coaching
Buscar un especialista en materia que pueda acompañarte durante tu proceso de autoconocimiento es una buena forma de tener ayuda a la mano y de siempre tener una visión realista de tu proceso.
- Mira hacia adentro
Al final el autoconocimiento se trata de esto: mirar hacia nuestro interior. Tomate un tiempo para ti mismo, en el que puedas practicar la reflexión y guíate en tu viaje hacia tu interior haciéndote las siguientes preguntas:
- Cómo me siento con respecto a mi pasado
- Cómo me siento en el presente
- Cuáles son las cualidades que más me gustan de mí
- Cómo me siento cuando estoy con otras personas
- Cómo lidio con el estrés
- Cuáles son las cosas que más me decepcionan
- En qué cosas siento que debería mejorar
- Cuáles son las cosas que realmente me gustan y me motivan
- Qué es lo que espero del futuro
- Cómo me gustaría que fuera mi vida
- Qué podría hacer o cambiar para que mi para lograr la vida que quiero
Verás que cuando logres conocerte a ti mismo, alcanzarás un estado de felicidad plena en donde te sentirás seguro de ti mismo, capaz de lograr todo lo que te propones y con menos tendencia a sentir frustración, depresión, envidia y ansiedad; además de sentir que tienes mayor control sobre tus emociones e impulsos y te haces responsable de tus acciones, construyendo una vida llena de plenitud