Navegar es algo que a todos llama la atención. Botar un barco y adentrarte mar adentro o cruzar un lago o pantano en una embarcación, debería esta al alcance de cualquier. Sin embargo, no es así. Desgraciadamente, todo lo relacionado con las actividades náuticas, suelen tener un elevado coste no apto para todos los bolsillos. Ni hablar siquiera de contar con un velero anclado en el puerto. Los costes de tener un barco en propiedad, hacen que la mayoría de los mortales, no se planteen la posibilidad de tener uno.
Lo más fácil si quieres navegar es buscar algún barco que lleve gente en sus travesías, vamos que se dediquen a esta rama del turismo. Es sencillo en las zonas de costa encontrar este tipo de servicios.
Pero, ¿qué pasa con los más intrépidos? Aquellos que quieren disfrutar de un barco a motor durante un día o los que sean, pero no pueden permitirse tener uno, pueden optar por la opción de alquilar. Alquilar un barco es posible gracias a empresas como Car Rent Milladoiro, dedicados al alquiler de vehículos en general. Gracias a ellos, hemos conocido todo lo relativo al alquiler de este tipo de medio de transporte.
Como sucede con un vehículo, lo normal es pensar que, para alquilar un barco, es necesario estar en posesión de algún tipo de licencia. Aunque lo cierto es que lo más conveniente es contar con ella, existe por igual, la posibilidad de alquilar un barco sin tener en tu poder esos permisos.
En la actualidad puedes optar por alquilar un barco con licencia, pero sin tripulación y un barco sin licencia, pero con un patrón que lo gobierne.
Donde hay patrón, no manda marinero
Para la primera opción, puedes alquilar un barco en exclusiva para tu uso y disfrute, siendo tu propio capitán. En este caso, es indispensable que alguna de las personas que viajan en el barco, cuenten con la licencia para navegar en vigor. Los que tengan experiencia en navegación, esta es la mejor opción.
El patrón del barco es quien gobierna la embarcación y en este caso, hay que tener en cuenta una serie de factores que no puedes pasar por alto. El barco se alquila sin tripulación ni provisiones. Es responsabilidad suya todo lo concerniente a la navegación: provisiones, suministros, seguridad y el control a bordo.
Sin duda, una experiencia en toda regla para los más osados que quieren seguir acumulando experiencia en navegación y disfrutar de la libertad que proporciona echarse a la mar.
En este caso, es necesario poseer una de las licencias reconocidas internacionalmente: ICC (International Certificate of Competence), CEVNI (Code Européen des Vois de Navigation Intérieure) o Radio Licence. Cualquiera de estas tres, acreditan que el titular, posee todas las habilidades que son necesarias para navegar por aguas internacionales. Los poseedores de una licencia nacional, tendrán que solicitar la ICC adjuntando la licencia actual como garantía.
Hay que destacar que cada tipo de embarcación, requiere de su titulación específica para gobernarla. Como sucede con los vehículos, no es lo mismo conducir un coche que un camión.
Como norma general, no es necesario poseer una titulación específica para embarcaciones a motor con potencia máxima de once con veintiséis kilovatios. Tampoco se exige la misma licencia para alquilar un velero o una lancha que un yate.
A la hora de alquilar la embarcación, hay que asegurarse de todo lo concerniente a la legislación y que requisitos son indispensables.
A bordo con un patrón
A quienes les apasione la mar y quieran alquilar un barco, pero no dispongan de licencia que nos sufran. Pueden alquilar un barco y con él, un patrón que lo gobierne.
En este caso, será el patrón quien se encargue, no solo de la navegación, también la seguridad del barco y los pasajeros corre por su cuenta. Además de ejercer como guías que dan consejos sobre los mejores lugares para visitar, las rutas más apasionantes y recomendables o incluso, gastronomía.
Si, aun así, eres un marinero intrépido y te gusta implicarte al máximo en el arte de la navegación, el capitán te dará la oportunidad de ser un buen grumete. Izar velas o echar el ancla pueden ser ordenes que debas acatar… si te apetece.
Alquilar un barco con patrón, es la mejor manera de disfrutar de la experiencia de navegación, adquirir habilidades y además no tener que ser responsable de ciertos asuntos.
Lo mas habitual en estos casos, es que la propia empresa que te alquila el barco, cuente con contactos para ofrecerte el de un patrón acorde con tu necesidad. Aun así, puedes llevar tu propio patrón en la mayoría de las ocasiones.
Hay que tener en cuenta, que los costes del patrón, no se incluyen en el alquiler del barco. Se trata de un servicio que hay que adquirir independientemente, aunque el contacto te lo proporcione la empresa.
En cualquiera de los supuestos, la experiencia es algo increíble. Los alquileres de barco son una opción plausible para aquellos que quieran disfrutar de la navegación sin depender de horarios turísticos y contando con todas las comodidades que ofrece una buena embarcación.
Cabe señalar que existen numerosos tipos de embarcaciones adaptadas a todos los gustos y necesidades. Desde pequeñas lanchas hasta grandes yates. En la mar, cabe todo.
Puedes alquilar un barco por horas o por días. Como ocurre con prácticamente todo, a mayor tiempo menor coste. Aunque huelga decir que en el sector, lo económico no existe. Alquilar barcos, no esta al alcance de todo el mundo. Aunque si tu sueño es navegar a bordo de un yate, puedes darte el capricho, al menos una vez en la vida.
También cabe recordar que no solo en las zonas de costa se puede optar a alquilar un barco. Existen zonas de interior, en las que hay pantanos de grandes dimensiones que permiten navegar con barcos a motor. Eso quiere decir que, puedes alquilar un barco y navegar por esas zonas sin necesidad de desplazarte a las zonas costeras. O, por el contrario, si buscas experiencias nuevas y quieres alejarte del traicionero mar sin dejar de disfrutar de la navegación.
