Ser una estrella del mundo de la música. Ese es el sueño de muchas personas. Hace años se tenían muy pocos medios, pero mucha ilusión. Todos hemos oído la famosa historia de las maquetas que se mandaban a los productores discográficos. Si tenías la suerte de gustar, lo siguiente era sonar en la radio (Los 40 principales) y de ahí al estrellato. Pero el tiempo ha cambiado. Ahora se tienen muchos más medios (sobre todo gracias a las nuevas tecnologías) pero hay demasiados gallos en el corral.
A comienzos de siglo se puso de moda participar en concursos de talentos en la televisión. Todo comenzó con Operación Triunfo que se convirtió en un fenómeno de masas. De ahí nacieron estrellas como David Bisbal, Chenoa, Bustamante, Rosa López o Manuel Carrasco. Luego vinieron más programas como La Voz, Popstars o Número 1 que vinieron a confirmar que no es tan fácil llegar a lo más alto. Que por salir en la televisión uno no llena estadios y vende discos.
El rey Midas de la producción musical
Pasan los años y pese a todo, lo que hay que tener es talento y un buen productor musical. Y de eso sabe mucho David Kano. Es CEO y productor en Estudio Silencio, espacio situado en los aledaños de la Gran Vía madrileña, lleva trabajando en la producción de audio desde 1998 desarrollando su carrera en diferentes estudios de grabación.
Por sus manos han pasado desde grupos noveles que llegaban con toda la ilusión, los cuales ha dado forma a su música desde cero, hasta bandas consagradas, las cuales han querido trabajar con él confiando sus composiciones a su peculiar forma de ver la música, siempre respetando el sonido de la banda pero ampliando la sonoridad con su particular firma. Kano ha sabido reinventarse y en los últimos años ha apostado por sus remixes y reworks de artistas nacionales e internacionales y su repercusión en clubs y festivales. Algo que le ha vuelto a situar como en rey Midas de los productores.
Lo ha hecho produciendo a terceros, o formando parte de cualquiera de las bandas que ha liderado, desde Cycle hasta Apnea, pasando por la inclasificable Krakovia, pero ha demostrado que tiene la capacidad para convertir en oro todo lo que toca. Y como los grandes artistas no pueden mantenerse quietos, ahora ha montado Estudio Silencio en el corazón de Madrid, la ciudad que lo vio crecer como músico y cuya historia musical es imposible escribir sin mencionar su nombre.
Así es una producción
En su productora llevan desde 1998 componiendo tracks, cortinillas, sintonías y canciones para ARTISTAS, SPOTS, FILMS, producciones comerciales y corporativas, espectáculos en vivo, documentales, cortometrajes y producciones en largometraje. Con ellos colaboran algunos de los mejores músicos con sus diferentes recursos y estilos. “Tenemos amigos con grandes trayectorias en el mundo de la música, sólo dinos el estilo musical que necesitas y nosotros te asesoraremos con una variada selección de profesionales y sus particulares matices estilísticos”, comenta David Kano.
Pero el talento de un artista no es suficiente si no se cuenta con el material necesario. En este caso, al escuchar un CD de música de fondo es vital que se haya grabado con calidad. Esa es una de las armas secretas de este productor, que cuenta con algunas herramientas que no se suelen encontrar en todos los estudios de grabación. Por ejemplo, las míticas cajas de ritmos de Roland TR-909 o TR-808, o alguno de los sintes históricos de Korg como MS-20. También usan las máquinas que están revolucionando la escena electrónica, Elektron. Trabaja con ellas, retuerce filtros y osciladores hasta dar con la frase que buscas. Eso, unido al talento es lo que hará llegar al estrellato a las nuevas generaciones.
Conociendo un poco más a Kano
«Todo empezó cuando tenía 14 años, los findes de semana pinchaba con un casete de doble platina en un bar donde nos juntábamos los sábados por la tarde a tomar algo. Me sentía bien poniendo música para los demás, aunque eso suponía no estar de risas con el resto”, explica el productor musical, que para terminar recuerda una bonita historia.
Con 17 años descubrió la música que alimentaría su firma, Jesus & Mary Chain, Joy Division/New Order, The Cure, Sister of Mercy, etc… Son muchas las bandas que aportaron los cimientos de su trabajo en producción musical. Seguió comprando discos y pinchando en sitios con mejores equipos de música, hasta que empezó a descubrir música de importación que comprábamos en Contraseña y Area Import Discos, ambas en Valencia. Y es que la capital del Turia siempre ha sido un referente para los músicos de este país.
“Me pasé toda mi juventud pinchando y cargando con dos maletas de vinilos por bares, garitos y clubs de mayor o menos fortuna hasta que en 1995 me fui a Londres. Me puse a trabajar de cocinero, otra de mis grande pasiones y empecé a comprar sintetizadores y a estudiar síntesis. Estudiaba y practicaba muchas horas, lo tenía claro, me iba a dedicar a ello”.
Después de un año comprando cacharros y trabajando, se volvió a España con la idea de estudiar sonido, hizo el curso de dos años de Operador Técnico y se dispuso a montar su primer estudio. Está claro que el talento sin esfuerzo no sirve de nada, y este artista reúne las dos condiciones.
“Pedí ayuda a mi padre y avaló mi primer crédito. Medio millón de pesetas. Toda una pequeña fortuna para comprar un Mac (Mac powerpc 8600), una mesa de mezclas (Yamaha 01V) y microfonía, monitores y demás. En 2001 alquilé un local en la Plaza de Dos de Mayo, en el centro de Malasaña y ahí comenzó mi carrera…Mi primer paso para ser pro”.
Ahora ya sabes en las manos de quién se ponen las futuras estrellas de la música. Los ingredientes son talento, esfuerzo y saber llamar a las puertas adecuadas de este país.