¡Ay, los perfumes! Se crearon hace muchísimos años y siguen siendo hoy en día el foco principal de cualquier celebración. Son el regalo que todo el mundo espera recibir, y los hay de tantos tipos, que es difícil elegir el mejor ¡los hay incluso que cuestan 200€!
Y es que el mundo de la perfumería nunca decepciona: la forma de los frascos, su nombre, su olor e incluso su presentación en carteles y anuncios de televisión, embaucan a miles de personas cada año (Sobre todo en épocas de navidad, san Valentín y fin de año). Por ello, es lógico que muchas veces nos hayamos sentido atraídos por conocer a fondo cómo es el mundo de la perfumería, y por saber cómo se crea y se elabora un perfume.
Un poco de historia.
El arte de crear fragancias trae consigo una rica historia que se remonta a la antigüedad. Aunque hay registros de perfumes que datan de hace más de 5.000 años en Egipto, fue durante el Renacimiento cuando la perfumería se convirtió en un arte refinado. En este tiempo, se comenzaron a utilizar técnicas de destilación más avanzadas, que consistían en extraer las esencias de las plantas y flores con mayor precisión. De esta manera, se crearon los primeros perfumes tal como los conocemos hoy en día. Desde entonces, la perfumería ha evolucionado a pasos agigantados, incorporando nuevas tecnologías y materias primas, pero manteniendo siempre esa esencia mágica que atrae a todo el mundo.
¿Y por qué el perfume nos ha impactado tanto desde tiempos pasados?
Podemos determinar que el perfume en sí mismo tiene la capacidad de tapar cualquier mal olor, y esta característica es quizá el motivo principal por el que esta práctica ha perdurado durante años; sin embargo, no es lo más fascinante. Una de las cualidades más impresionantes de la perfumería, es la forma en la que los olores pueden hacernos sentir emociones y recuerdos. Esto se debe a que nuestro sentido del olfato está directamente conectado con el sistema límbico, la parte del cerebro que procesa las emociones y los recuerdos. De esta forma, un aroma puede transportarnos a un momento concreto de nuestra vida, haciéndonos sentir nostalgia o alegría; y esta conexión emocional es una de las razones por las que los perfumes son tan poderosos.
A través de esta explicación podemos entender cómo algunos perfumes se relacionan directamente con muchos conceptos, como el concepto de la elegancia, la ternura, la niñez, la adultez, y muchos más.
Las notas del perfume.
Para comprender un poco más cómo funciona el mundo de la perfumería, debemos conocer de qué partes se compone un perfume.
Éstos se componen de una mezcla de notas que se agrupan en tres categorías principales según la conocida “pirámide olfativa”: notas de salida, notas de corazón y notas de fondo. Las notas de salida son las que se perciben primero al aplicar el perfume. Son aromas frescos y ligeros, como los cítricos o las hierbas, que capturan la atención de inmediato. Sin embargo, son efímeras y tienden a evaporarse rápidamente, dejando paso a las notas de corazón.
Las notas de corazón son el núcleo del perfume y suelen ser más complejas y duraderas. Estas notas incluyen flores, especias y frutas que aportan profundidad a la fragancia. Son las que realmente definen el carácter del perfume y pueden durar varias horas en la piel. Finalmente, las notas de fondo son las que se sienten después de un tiempo. Son más pesadas y pueden incluir aromas como el ámbar o, la madera. Estas notas son las que dan la base y la persistencia al perfume, creando una estela que acompaña a quien lo lleva.
¿Cómo se crea el perfume?
Crear un perfume es una acción que requiere tanto de conocimientos de ciencia, como arte: los perfumistas, son los que se encargan de esta tarea, y son expertos en el arte de mezclar diferentes ingredientes para crear fragancias únicas. Su trabajo comienza con la selección de materias primas, que pueden ser naturales (como aceites esenciales extraídos de plantas) o sintéticas (compuestos creados en laboratorio). La elección de los ingredientes es muy importante, ya que cada uno aporta un carácter distinto a la fragancia.
Una vez seleccionados los ingredientes, se lleva a cabo el proceso de mezcla. Este es un momento decisivo, ya que es cuando se decide la proporción de cada componente y cómo se combinarán para crear el aroma deseado. Para ello, se deben experimentar diferentes combinaciones y ajustes hasta encontrar el equilibrio perfecto. A menudo, los perfumistas utilizan la famosa pirámide olfativa para visualizar cómo se desarrollará la fragancia con el tiempo, asegurándose de que cada nota se presente en el momento adecuado.
Después de que se ha creado la mezcla, el perfume se deja reposar durante un tiempo. Durante este proceso, los ingredientes se fusionan y se desarrollan, creando una fragancia armoniosa. Luego se realiza la prueba final, donde se analiza el perfume en términos de aroma, longevidad y proyección; solo entonces se decide si la fragancia está lista para ser lanzada al mercado o si necesita más ajustes.
Ahora que ya conocemos el proceso de crear un perfume, nos planteamos otra cuestión: ¿Para crear un perfume propio, necesitamos sólo conocer los detalles técnicos, o debemos tener en cuenta otros aspectos?
Aprendamos a crear nuestra propia esencia.
En respuesta a la pregunta anterior, explicamos que, comprender la química de las fragancias y conocer las técnicas de mezcla es fundamental, pero no lo es todo; hay otros aspectos importantes que debemos tener en cuenta, ya que pueden influir en el resultado final y en la experiencia de crear nuestra propia esencia.
Para comenzar, podemos fijarnos en el proceso creativo que nos presenta Laboratorios Syrch, que nos explica que, ante todo, debemos tener en cuenta que los pasos a seguir siempre contarán con el siguiente esquema:
- Inspiración y concepto.
Antes de comenzar a mezclar ingredientes, es vital tener una idea clara de lo que deseas lograr con tu perfume. Para determinar dicha idea, puedes contestar a las siguientes preguntas:
- ¿Qué emociones quieres transmitir?
- ¿Qué recuerdos o experiencias te gustaría capturar para tu fragancia?
La inspiración puede venir de una variedad de fuentes, como la naturaleza, los viajes, e incluso de momentos especiales en tu vida. Tener un concepto claro te ayudará a elegir los ingredientes y notas que mejor representen esa idea.
- Conocimiento de las notas.
Entender las diferentes notas de un perfume y cómo interactúan entre sí es imprescindible. Como mencionamos antes, los perfumes se componen de notas de salida, corazón y fondo. Familiarizarse con estas categorías y conocer cómo cada nota evoluciona con el tiempo te permitirá crear un perfume más equilibrado.
Además, probar diferentes combinaciones puede ayudarte a descubrir qué notas resuenan mejor contigo y con tu concepto.
¡Nunca dejes de experimentar!
- Selección de ingredientes.
La elección de los ingredientes es una parte decisiva que forma parte del proceso de creación de un perfume: puedes elegir ingredientes naturales (como aceites extraídos de plantas y flores) o sintéticos, que ofrecen una amplia gama de aromas. Te recomendamos que, al elegirlos, no tengas en cuenta sólo el olor en sí mismo, sino también la calidad y la procedencia de los mismos: esta decisión puede marcar una gran diferencia en el resultado final, así que no la subestimes.
- Proporciones y equilibrio.
Una vez que hayas elegido tus ingredientes, deberás experimentar con las proporciones. La creación de un perfume es como cocinar: a veces, menos, es más. Comenzar con pequeñas cantidades y ajustar las proporciones te permitirá encontrar el equilibrio perfecto.
También te será muy útil llevar un registro de las cantidades utilizadas, para que puedas replicar o ajustar tu mezcla en el futuro.
- Evaluación y maceración.
Después de mezclar tu perfume, es importante dejarlo reposar durante un tiempo para que los ingredientes se integren adecuadamente. Este proceso de maceración puede durar desde unos días hasta varias semanas, dependiendo de la complejidad de la mezcla. Durante este tiempo, el aroma evolucionará, así que podrás realizar los ajustes necesarios antes de terminarlo.
- Pruebas en piel y tiras de papel.
Antes de decidir que tu perfume está listo, es imprescindible probarlo tanto en tiras de papel como en tu piel. Las fragancias pueden reaccionar de manera diferente según la química de la piel de cada persona, por lo que es importante evaluar cómo se desarrolla el aroma con el tiempo. Presta atención a la forma en que las notas se manifiestan a lo largo del día y si hay alguna nota que se vuelve dominante o que no se comporta como esperabas ¡como ves, es todo un proceso!
- Aspecto emocional y personal.
Por último, recuerda que crear un perfume para ti mismo es también una forma de expresión personal. Reflexiona acerca de cómo te sientes al usar tu propio perfume y pregúntate qué significado tiene para ti: puede ser una extensión de tu personalidad, o un reflejo de tus gustos y experiencias ¡tú eliges! Esto será lo que marcará que sea único, y que sea especialmente tuyo.