Los retratos pintados al óleo fascinan a primera vista, por lo que se valoran más que otros. La pintura al óleo tiene un tiempo de secado muy largo, ya que se pinta húmedo sobre húmedo, pero en cualquier momento es posible hacer correcciones. La pintura húmeda se elimina fácilmente con finos lavados de tela y luego se recubre. Otra de las ventajas es que cuando se seca, la pintura al óleo no cambia de color, por lo que permanece saturada.
Los retratos y cuadros al óleo no pasan de moda y son idóneos para captar el alma de una persona. Estos retratos perduran en el tiempo. El retratista debe conocer a la persona o utilizar una fotografía para poder captar esa esencia especial que cada uno de nosotros tenemos. Es aconsejable que la fotografía sea bien nítida y la persona a retratar tiene que posar con naturalidad, para que el artista pueda crear un retrato de gran calidad.
Es aconsejable pintar en una habitación al lado de una ventana grande y con luz natural. Aunque la luz natural no puede dar directamente sobre el retrato para que no cree reflejos ni altere la percepción de las tonalidades de color. Muchos artistas colocan una cortina cuando hay mucha luz natural. Muchas personas optan por este arte para expresar sus emociones y mejorar el bienestar. Desde el Periódico explican que «el arte nos trae muchísimas ventajas: en primer lugar, tiene una función didáctica, porque a través de la contemplación, visión y la escucha de todas sus formas, se culturiza el sujeto. Más precisamente, es una didáctica lúdica, porque se considera un entretenimiento».
Los retratos con esta pintura muestran los rasgos físicos, los gestos y las expresiones de esa persona. Regalar un retrato al óleo puede ser una buena idea si queremos tener un detalle especial con alguien. Aunque también es buena idea tener un retrato nuestro para que forme parte de la decoración del hogar. El tiempo que tarda un retratista en pintar el rostro con esta técnica depende del tamaño del cuadro y de la edad de la persona. Además, no es lo mismo hacer un retrato a una persona que a varias.
Los retratos al óleo son muy duraderos y, por eso, los cuadros de la antigüedad están pintados con esta técnica. Los expertos no utilizan secantes artificiales para acelerar el proceso de secado del cuadro. Esta técnica es resistente, puede aguantar la humedad y permite representar una gama de colores casi ilimitada. El óleo es una mezcla de pigmentos con aceites y resinas que no necesita ningún tipo de protección. El acrílico no reúne estas características y no ofrece el mismo resultado, ya que es una pintura espesa y endurecida. Además, parece una foto impresa en lienzo dado el espesor del material.
Para conocer más ventajas de la pintura al óleo nos hemos puesto en contacto con el pintor retratista Eugeni Cabiró y este especialista en realizar retratos con esta técnica nos ha contado que la pintura al óleo bien utilizada permite representar una gama de colores casi ilimitada y que el tiempo de secado del óleo es mayor que el resto de las técnicas, incluido la pintura acrílica, lo que hace que no podamos trabajar con prisas y permite realizar correcciones durante un período más largo.
Esta pintura también permite la técnica del difuminado, que consiste en trabajar con finas capas claras para que los dos colores se pueden ver a la vez. La pintura al óleo destaca por su durabilidad pero necesitará unos controles mínimos de conservación, limpieza y restauración. Los pintores puedan agregar diferentes densidades con tintes distintos, y hacer sombreados y degradados. Esta pintura es idónea para pintar los cuadros de paisajes y retratos, ya que permite crear muchas tonalidades. La calidad de los colores es muy alta y con la pintura al óleo se consigue una mayor fluidez para el trazo y los detalles.
Es posible mezclar varios colores o usar distintos tonos del mismo color, para aportar volumen. Los retratistas utilizan
un pincel pequeño cuando quieren realizar el puntillismo o destacar algún detalle en el rostro. Es posible crear una amplia gama de colores mezclando los pigmentos y se puede jugar con las texturas, ya que podemos lograr capas transparentes y gruesas. También permite crear profundidad y luminosidad en los retratos. Esta técnica se puede aplicar sobre el lienzo, pero también en otras superficies como tablas de madera. Ya sabemos que esta técnica de pintura está reconocida como una de las mejores porque permite reproducir cuadros y obras de gran calidad.