El séptimo arte esta presente en nuestras vidas de forma omnipresente. La cinefilia alcanza a todo tipo de público, a todas las edades y gustos. Si existe un arte para todos, ese es el cine. Son muy pocos los detractores que se pueden encontrar a lo largo y ancho del planeta. Quien mas y quien menos, gusta de disfrutar de una buena película de cuando en cuando. Incluso los más pequeños de la casa encuentran su refugio en una película de dibujos animados o infantil. Entretenimiento para todos que puede disfrutarse desde la comodidad de tu salón o en las propias salas de cine.
Hablando con AEM, especialistas en todo tipo de actividades extraescolares para los más pequeños, hemos descubierto la existencia de un campamento especial para los cinéfilos y cineastas en ciernes: el campamento de cine. Esta actividad dedica en exclusiva para los escolares, hace las delicias de los más creativos de la casa. Aquello que cámara en mano, gustan de grabar todo lo que pueden. Estos campamentos, ayudan a potenciar esa creatividad y desarrollarse en el medio cinematográfico.
Conocemos los campamentos de verano, los urbanos, los de ciencias, los de películas infantiles tipo Harry Potter, etc. Ahora, también contamos con la posibilidad de poder mandar a nuestro pequeño cinéfilo a un campamento de cine durante unas semanas. Como nos ha llamado la atención sobremanera, hemos decidido adentrarnos en las posibilidades que ofrece la asistencia a uno de estos campamentos. Fomentar la cultura y el aprendizaje, no riñe con la diversión que puede procurar sumergirse en la experiencia de rodar una película con los compañeros del campamento.
Todavía quedan algunos meses para que llegue la época estival y surjan las inquietudes respecto a donde mandar a lo niños durante el verano. Si te gusta el cine y quieres que tu pequeño sienta un flechazo con este mundo, los campamentos de cine, son la oportunidad de hacerlo.
Lo que ofrece un campamento de cine
A diferencia de otro tipo de campamentos, los que se hacen en torno al cine, nacen con la pretensión de brindar a los niños una experiencia real y práctica en todo lo referente a la producción cinematográfica. En estos campamentos, los jóvenes tienen la posibilidad de trabajar con equipos profesionales, aprender sobre como se desarrolla un guion, los aspectos técnicos como la filmación, la edición y por supuesto, la actuación. Campamentos de teatro e interpretación son más habituales, pero los que abarcan todos los aspectos relativos al cine como tal, son escasos.
Este tipo de campamentos, enseña a los niños a trabajar en equipo, desarrollar su creatividad y aprender a tomar decisiones críticas. La experiencia de aprendizaje es real y, por lo tanto, aplicable en el futuro. Además de tratarse de una experiencia divertida y gratificante. Nada como poder ver tu trabajo en una pantalla gigante.
El desarrollo de la creatividad es sin duda el punto fuerte del cine. Esta forma de arte, prácticamente ilimitada, permite que los niños se expresen de manera creativa, explorando sus propias ideas y plasmándolas dando vida a sus personajes a través de la pantalla. La creación de personajes únicos, escenarios increíbles y efectos especiales que, hasta ahora, solo existían en su imaginación, va a ayudar al desarrollo de su creatividad y todas las habilidades artísticas que poseen. Sin olvidar que, durante todo el proceso, encontrarán una forma de expresarse única y divertida.
La asistencia a un campamento de cine, no solo va a enseñarles todo lo que abarca una producción cinematográfica. Fomentar la confianza en ellos mismos y su forma de expresarse libremente, es uno de los pluses añadidos a la experiencia. En un rodaje, es fundamental encontrar un ambiente de apoyo en el que todos los participantes, gozan de la libertad de ser ellos mismos y aportar sus ideas sin temor a ser juzgados. Las habilidades sociales que surgen de forma natural, junto a la capacidad de liderazgo, son parte del aprendizaje inherente a la actividad que van a desarrollar.
Algo más que un campamento
Asistir a un campamento de iniciación al cine, es una forma diferente de promover la cultura y las artes dentro de la comunidad infantil. Durante el tiempo que dure el campamento, los asistentes, cuentan con una oportunidad única de aprender sobre el apasionante séptimo arte como medio de expresión artístico y apreciar in situ, la creatividad, disciplina y trabajo que se necesita para producir una película. Cobrarán conciencia de que lo que se ve en la pantalla, es fruto del esfuerzo y trabajo de un montón de personas que no salen en la película y sin las cuales, el producto final, no sería posible.
Imbuirles cultura e historia sobre otros tiempos, momentos o lugares, mediante la creación propia de historias, ayuda a los jóvenes a desarrollar una mayor comprensión sobre el mundo que les rodea. Así mismo, aprenderán a apreciar de otra manera toda la riqueza cultural del entorno en el que se desarrolla el campamento.
Los cursos que proponen estos campamentos siguen una premisa fundamental: proporcionar autosuficiencia a los participantes. No buscan la especialización extrema, los asistentes, saldrán del campamento habiendo adquirido la autosuficiencia necesaria para poder producir por si mismos, una película.
El contenido didáctico de las diferentes clases se divide en dirección, guion, producción, montaje o edición, fotografía e interpretación. Disciplinas con las que cuenta toda obra cinéfila y en las que todos los que van al campamento, van a participar. El aprendizaje final de todo lo relativo a estas materias se pondrá a prueba en la realización real de un cortometraje, donde, junto a los compañeros, demostrarán lo aprendido.
Los cursos cuentan con diferentes niveles, por lo que la asistencia puede repetirse y, de este modo, profundizar en los conocimientos adquiridos en el campamento anterior.
La estructura del desarrollo del campamento es semejante a la que sigue la realización de una película:
- En primer lugar, se iniciará a todos los participantes en el apasionante mundo de la escritura. El guion es la base fundamental de toda película u obra audiovisual. En esta asignatura, se proporcionarán las herramientas y procedimientos necesarios para elaborar un guion.
- La segunda de las materias, será la producción. Imprescindible para que la película salga adelante. La teoría es la que impera en esta parte concreta del campamento y en ella, los chavales, estudiarán y aprenderán la importancia que tiene la planificación de un rodaje. En el mismo bloque, se aprende todo lo relativo a las opciones tras el rodaje: distribución, exhibición y festivales para promocionar la obra.
- Pasamos a la parte vital de toda obra cinematográfica: la dirección. El alma del rodaje, de la película y el máximo responsable a la hora de coordinar a los diferentes equipos, es el director o directora. La relación que debe mantener con el resto del equipo, actores y los conocimientos que debe poseer, estarán presentes en esta parte del aprendizaje.
- No se puede hablar de cine sin hablar de fotografía. Parte esencial del resultado visual de la imagen que va a ofrecer la cinta. El director o directora de fotografía, es junto al director, el máximo responsable de lo que el espectador, va a observar en la pantalla. Tonos, iluminación, encuadres, planos… medios técnicos como cámaras, objetivos, micrófonos… lo esencial para convertirse en un fotógrafo, de primera y ayudar al director a plasmar lo que pretende.
- Dedicar un espacio a la interpretación es inevitable. En un campamento de cine, tocarán este palo, valiéndose de los métodos y técnicas interpretativas utilizados por las escuelas de interpretación y, capacitando a los asistentes para crear los personajes desarrollados en el guion.
- La última de las materias que se van a aprender, es la dedicada al montaje. La película no termina cuando se acaba el rodaje. Posteriormente, existe un trabajo de edición en el que, todo el material que ha sido filmado, cobra sentido. La teoría dará paso a la práctica para que todos, sepan que deben hacer con el metraje, como ordenarlo, cortarlo, pegarlo y, hacer que tenga sentido.
Para los inquietos, los cinéfilos en ciernes y los cineastas en potencia, asistir a un campamento de cine, puede ser la oportunidad de encontrar su camino sin miedo al que dirán. Aunque se trata de meros cursos de una duración concreta, las habilidades que puede adquirir un niño asistiendo a un campamento cinéfilo, no son nada desdeñables.
A todo lo que aporta de por si un campamento de verano, se puede añadir la especialización que poseen este tipo en particular. Los niños lo pasarán en grande, aprenderán cosas que no aprenderán en ningún otro lugar y tal vez, encuentren en uno de estos campamentos la razón para estudiar y formarse en este medio.
En cualquier caso, hay infinidad de películas basadas y desarrolladas en campamentos y ahora, hay campamentos en los que hacer y desarrollar películas. A los cinéfilos frustrados que nunca pudieron optar a este tipo de campamentos ni cursos, por se el cine algo inalcanzable salvo como producto de consumo en la gran pantalla, a buen seguro que les gustaría ser niños otra vez y que sus padres, les enviaran de campamento.