Las cafeterías y panaderías, un lugar de encuentro para muchas personas. En “El Molí Pan y Café” creen que esa es la clave del éxito de las cafeterías. Cada vez aumenta en nuestro país la gente que cambia los clásicos bares por las cafeterías para empezar con buen pie el día. Son muchos los que dicen que hasta que no están en una cafetería, se toman el café y un croissant relleno no son persona.
Si eres una persona de verdad amante del café en sus infinitos tipos y posibilidades, lo lógico es que una buena cafetería colme tus necesidades. Lo mejor a la hora de elegir una es que se encuentra cerca de donde residas o de donde trabajes o estudies.
Tenemos la suerte de vivir en un país donde el nivel del café es bastante alto. Está claro que hay países que son maestros como Italia, pero no nos podemos quejar. Si vamos al pan, mucho menos, en especial en zonas donde el trigo es buena fuente de riqueza.
Además del café, siempre es buen complemento que se ofrezca pan, en especial si es de verdadera buena calidad, de ese pan que sepa como el de siempre, con una corteza buena, su miga y una textura similar a la que comíamos cuando éramos pequeños.
La franquicia debe ser todo un ejemplo
En cuanto a las posibilidades de negocio para los emprendedores, las franquicias han pasado a ser toda una opción de lo más recomendable. Los anteriormente mencionados “ El Molí Pan y Café” son un ejemplo que hace patente que si se tienen buenas materias primas y el trabajo se hace realmente con cariño, todo acompañado de una adecuada relación calidad precio, el éxito está más cerca de conseguirse.
La adoración por tomar café cada uno la adquirimos de manera diferente. En mi caso fue gracias a una jefa de origen colombiano, el país cafetero y donde tienen el mejor del mundo, pese a que como decimos el país de la bota sea el que tiene un mayor grado de especialización y le ha ido sacando un mayor beneficio.
Todo esto hace que te vuelvas mucho más selectivo y que no te la den con queso. Ya uno va a las cafeterías y sabe distinguir un buen café del que no lo es tanto. Hay que tener en cuenta que tanto el servicio como la profesionalidad terminan siendo algo más que palabras, por lo que es bueno que el café de la calidad que al menos uno se espera cuando va a un sitio a tomarlo.
Hay gente que como es mi caso, suelen variar a la hora de tomar café, pues en unos días quiere un cappuccino y otro uno solo. A veces repito mucho un tipo y luego pasan tres meses y tomo de diferentes tipos. En fin, que cada uno es cada uno.
El caso es que la mezcla de un buen café y pan es un servicio que cada vez es más demandado. No olvidemos que al final solemos ir con frecuencia a los sitios en los que vamos pedimos una calidad que siempre es necesaria.
En este tipo de sitios también se ha vivido una mejora en los servicios bastante apreciable, pues son la clientela no se conforma con cualquier cosa y precisa de sitios bien decorados y con una buena luz, mobiliario y demás que inviten a pasar un buen rato en ellos.
Todos queremos sentirnos bien cómodos y esto siempre es algo que el público no solo va a demandar, lo va a querer cada vez más.
Lo cierto es que todo esto de lo que hemos estado hablando debería ser fruto del interés de multitud de cafeterías y panaderías, pues funcionando así el éxito está asegurado.
No olvidemos que si se combina la tradición con un servicio moderno, seguro que eso se traduce en un servicio al cliente inmejorable que traerá clientes fieles.
Hay que decir por último, que la bollería es realmente importante para más público del que pensamos, por lo que encontrar una cafetería que a nivel de bollería dé el nivel es algo realmente importante que marcará las diferencias las dudas.
Esperamos que con todo lo que hemos contado sobre las cafeterías y panaderías tengas una visión más cercana de las mismas, pues cada vez se impone más este modelo que realmente viene inspirado por la experiencia y los gustos más europeos u occidentales, que han ido penetrando cada vez más en nuestra sociedad y que no tienen pinta de que vayan a ser solo una moda, pues han venido para quedarse.