Vallas metálicas más utilizadas

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Delimitar una zona privada o pública es imprescindible en determinadas circunstancias como realizar obras en un recinto, impedir el paso a personas ajenas u ocultar lo que hay en el interior de las miradas entrometidas. Las vallas o cerramientos son las estructuras encargadas de cumplir esas funciones sin necesidad de levantar un muro. Gracias a sus características y diferentes tipos, puedes encontrar en el mercado la valla que más se adapte a cada necesidad en particular.

Los cerramientos no solo son útiles y necesarios en las citadas circunstancias, también son adecuadas para proteger a las mascotas y otros animales, delimitando sus espacios en recintos de mayor amplitud. En cualquier caso, las vallas están presentes en todas las construcciones imaginables e inimaginables y forman parte de nuestra vida cotidiana. Razón de más para conocer los tipos de vallas más utilizados y saber en qué ocasiones son más adecuadas unas u otras.

Desde mallas metálicas a vallas rígidas, el catálogo es cada vez más amplio y sus diseños más vanguardistas, ideales para ser utilizados en cualquier situación sin romper la armonía del entorno. No nos sorprende entra en tiendas como Vallas Heracles cierres perimetrales y descubrir las infinitas posibilidades que existen en cuestión de cerramientos, vallas y cercados metálicos. La variedad es tan amplia que puedes encontrar desde pequeños cerramientos para animales, hasta grandes vallados perimetrales para delimitar amplias zonas.

Si estas interesado o interesada en cercar tú jardín, finca o granja, no dudes en seguir leyendo, para averiguar cuál es el tipo de malla metálica o vallado que le conviene a tu terreno. Aunque todos parecen similares, cada uno ofrece unas prestaciones diferentes. Conocer sus ventajas, desventajas, usos habituales y todo lo que concierne a los diferentes  tipos de cerramientos, es la mejor manera de tomar la decisión más acertada. Aparte de dejarse aconsejar por los expertos en la materia y tener en cuenta los resultados esperados y el presupuesto del que se dispone.

Las mallas, tan imprescindibles como habituales

En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de malla metálica. Una de las más utilizadas son las denominadas mallas de simple torsión o ciclónica. Esta malla es la más tradicional de todas, fácilmente reconocible y que ofrece una solución de lo más eficaz a la hora de realizar todo tipo de cerramientos. Se fabrican en acero galvanizado y se puede encontrar en dos formas: galvanizada y galvanizada plastificada. Los colores disponibles en el caso de las galvanizadas plastificadas suelen ser tonos verdes aunque es posible encontrar otros colores como el azul.

La malla de simple torsión se caracteriza por su tela en forma de rombo y se trata de una de las soluciones más utilizadas en casi cualquier entorno, tanto por su precio (más económico) como por su eficacia. Otra de sus características es ese carácter todo terreno que permite su colocación en cualquier tipo de cerramiento con independencia del terreno: elevaciones, relieves, campo, monte, etc. Se trata, por lo tanto de una mala que no da lugar a sorpresas, pues ofrece unos resultados muy buenos si el cerramiento está bien realizado. La facilidad de corte, cosido y entrelazado es otro de los aspectos que la caracterizan, posibilitando realizar un vallado de tantos metros como sean necesarios sin que se noten los cortes o cambios de rollo a lo largo del perímetro.

Estas propiedades, hacen que se trate de una de las mallas más utilizadas para realizar todo tipo de cerramientos, pues ofrece durabilidad a bajo coste y podemos encontrarla en todo tipo de cercados como fincas, instalaciones deportivas, cierres residenciales, etc. Su montaje es relativamente sencillo y puede ser efectuado por el propio usuario. Dentro de este tipo de malla, es posible encontrar numerosas calidades y precios, puesto que tanto el diámetro como la calidad del alambre influyen en el resultado final y, por consiguiente, en el precio.

¿Ventajas? Su coste económico, es apta para terrenos de gran extensión, con elevaciones y relieves, resistente y su fácil instalación.

En el caso de terrenos en los que existen animales, como granjas o gallineros, la malla más utilizada es la de triple torsión. Un tipo de malla hexagonal que se fabrica en acero galvanizado, tejida con dos alambres galvanizados que se unen entre si formando zonas de tres torsiones entrelazadas entre sí en sentido inverso, lo que aporta flexibilidad en todas las direcciones. Una de sus principales características es que se trenza sin nudos de fijación, lo que evita posibles cortes e infecciones en los usuarios o animales. Su forma especial, evita que otro tipo de animales o aves puedan penetrar en el terreno, lo que hace posible mantener a los animales seguros.

Se trata de la malla que más se utiliza en los corrales con animales más pequeños, aunque su uso se extiende más allá, para proteger cultivos, techos de cuevas y, es fácil encontrarlas en laderas de montañas evitando la caída de piedras. Dentro de sus ventajas, podemos destacar que no se deshace aunque se rompa alguno de sus alambres, resiste el esfuerzo por perforación y ante la tensión, no tiene nudos de fijación, es flexible y ofrece una elevada resistencia.

Otro tipo de malla que podemos encontrar en el mercado es la malla electrosoldada. En este caso, se trata de una malla que se forma por alambres longitudinales y transversales que se cruzan entre sí de forma perpendicular y se unen por soldadura eléctrica. Se fabrican en acero normal y luego se galvaniza o acero inoxidable. Es muy resistente a fenómenos como la corrosión y la oxidación y se caracterizan por su ligereza y fácil manipulación. Permite su corte y doblado de forma fácil para obtener la forma que sea necesaria.

Es posible encontrar diferentes medidas de agujeros y grosores de alambre y carece de nudos de fijación, lo que previene posibles cortes, heridas y sus consiguientes infecciones. Estas propiedades la convierten en el tipo de malla mas adecuado para las jaulas de los animales. Algunas de ellas se fabrican con agujeros tan pequeños que evitan que sus patitas se cuelen entre ellos.

Este tipo de malla tiene además otro tipo de usos como la industria de la construcción que la utiliza como acero de refuerzo en losas, pavimentos, muros de contención, etc. Como usos en el sector industrial podemos utilizarla como cercado en pequeñas parcelas, delimitación de huertos, etc.

Su uso se ha generalizado por la sencillez y rapidez de colocación, su máxima adherencia y su reducido peso, junto a la excelente calidad que ofrece. El coste es muy variable en función del material, las medidas del agujero y el grosor del alambre. Como ventajas, la ligereza y su facilidad de manipulado, la carencia de nudos de fijación, su versatilidad para cualquier uso y su adherencia.

Las vallas no son solo mallas

Aunque en el mercado podemos encontrar más tipos de mallas, también existen otro tipo de cerramientos, como los vallados con paneles rígidos. En este caso se trata de paneles fabricados en alambre galvanizado que se caracterizan por su rigidez, resistencia y elegancia. Pueden encontrarse plastificados, por lo que ofrecen una amplia variedad de colores, siendo los más habituales el verde y el blanco. La rigidez de este tipo de paneles y su solidez, aportan una elevada protección y durabilidad.

Su mayor inconveniente es el coste, más elevado que las mallas de simple torsión. Sin embargo, su montaje resulta relativamente sencillo. Es el cercado más utilizado para cercar jardines, piscinas, colegios o zonas residenciales.

Así mismo, podemos encontrar todo tipo de vallas fabricadas en chapa, decorativa, opaca o para obras. También es posible adquirir vallas móviles para obras, puertas y cancelas, cancelas correderas, verjas tubulares, mallas de sombreado y ocultación fabricadas con materiales naturales como el brezo, mallas enmarcadas o vallas diseñadas específicamente para mascotas.

Los cerramientos han evolucionado tanto que es posible colocar verjas de barrotes, gaviones decorativos, borduras de acero para los jardines, cerramientos en bloques de hormigón y por supuesto, siguen a la venta las vallas antisaltos, muy habituales en zonas en las que está prohibido el paso. Sin olvidarnos de las vallas especialmente fabricadas para la seguridad industrial con propiedades diferentes.

En todos los casos, cada modelo de malla, valla o cercado, está disponible en diferentes medidas, calidades de material, diámetro del agujero o apertura, grosos del alambre, etc. Obviamente, los precios varían notablemente en función de sus características y dimensiones. Lo mejor es consultar con los profesionales para que nos asesoren correctamente de cuál es el tipo de valla o cerramiento más adecuado para nuestras necesidades, sobre todo cuando se trata de poner un cerramiento de grandes dimensiones.

Para finalizar, podemos decir que las vallas metálicas constituyen una solución versátil y duradera en infinidad de aplicaciones que van desde la seguridad perimetral hasta la delimitación de áreas o la decoración. La amplia variedad de estilos y diseños disponibles hacen posible que las vallas metálicas ofrezcan la mayor funcionalidad sin perder la estética necesaria en según qué circunstancias. Como ya hemos visto, la lista es tan amplia que no podemos abarcar todas sus variedades y las posibilidades que ofrece cada una de ellas, aunque si hemos destacado las más habituales.

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